Prevenimos y diagnosticamos el crecimiento y el desarrollo de los niños hasta la adolescencia, así como del tratamiento de sus enfermedades hasta que cumplen 18 años. Los pediatras tienen  a su disposición las pruebas de diagnóstico clínico que requieran para apoyarlos en las evaluaciones del desarrollo, así como cuando se encuentran con alguna enfermedad propia de su edad.